martes, 19 de febrero de 2013

Drones: el futuro llegó

MQ-9 Reaper armado con bombas laser y misiles hellfire (USAF Photographic Archives)


Las nuevas guerras tendrán un alto componente digital. Serán para algunas Fuerzas Armadas -Estados Unidos principalmente- como una especie de videojuego, en el cual aparecería para las fuerzas enemigas el típico letrero de “game over” una vez que sean eliminadas.
En algunos casos, los soldados u operadores pueden estar situados a varios cientos de kilómetros, cómodamente en una oficina con aire acondicionado, sin más estrés que cumplir la misión asignada, pero sin temer que una bala o una esquirla lo mande al otro mundo.
Dentro de este escenario, que es medianamente nuevo, los aviones o helicópteros no tripulados tienen especial trascendencia. Ya las Fuerzas Armadas no necesariamente tendrán que contar con una aeronave de superioridad aérea que garantice su supervivencia en el campo de batalla; ahora tendrán además que tener su enjambre de vehículos no tripulados que sirvan en un sinfín de misiones.
Israel y los Estados Unidos han sido los primeros que vieron la importancia de los UAV (Unmanned Aerial Vehicle, vehículo aéreo no tripulado por sus siglas en inglés). Los norteamericanos, primero como vehículos de reconocimiento de campos de batalla o sitios potencialmente enemigos, luego como aviones armados de ataque directo. Los israelíes lo utilizaron además como falsos blancos que activaron la defensa antiaérea Siria, durante el conflicto ocurrido en el valle de Beca, en el Líbano (1982).
Ahora, la multiplicación de fábricas de estos drones es exponencial. Y la necesidad de cada fuerza armada, también. La primera tarea es para recabar información de inteligencia sobre el enemigo. Los drones pueden ser de tamaño minúsculo o iguales a un avión; llevar cámaras, sensores, radares. Todo lo necesario. La información recolectada se transmitiría en tiempo real al centro de comando y control. Si el avión es derribado, no se pierde un piloto, ni tampoco la data recolectada. Varios informes señalan que más de 70 países cuentan con este tipo de tecnología en sus unidades militares.
La nueva capacidad añadida es que pueden llevar armas, llámese cohetes, misiles o bombas de caída libre o guiada por láser. Estados Unidos le está sacando máximo provecho a esto. En África, los estadounidenses está acabando con líderes de Al Qaeda a bombazo limpio desde UAV armados –llámese predators o reapers- que operan desde la recién inaugurada base de estos aparatos en Níger o, según algunos informes no confirmados, desde una base secreta para este tipo de aviones en Arabia Saudita. Reportes de varias ONG estadounidenses señalan que se han realizado más de 300 de estos ataques.
Estos mismos aparatos son usados para apoyar las operaciones del Ejército francés en Mali. Y desde ya, los galos han expresado su necesidad urgente de tener más de estos artilugios en su arsenal de combate.
En Venezuela, se está desarrollando un modelo denominado Harpía. Recientemente se detectó una aeronave vinculada al narcotráfico mediante uno de estos aparatos (del cual no se mencionó el modelo). Rusia ha ofrecido varios de sus tipos a la Fuerza Armada.
 El futuro es hoy. Estados Unidos se encuentra inmerso en todo un debate nacional, porque el Gobierno quiere autorizar la utilización de drones en labores de vigilancia doméstica de sus ciudadanos. Algo a lo cual se oponen algunos invocando el derecho a la privacidad. Obama prometió más transparencia en el uso de los drones, pero la duda de la población está allí. Incluso, se acaba de crear una medalla para premiar a los pilotos de UAV que se distingan en sus misiones.
Dentro de la parte tecnológica, ya los enlaces satelitales permiten conectar al operador y su joystick, con el UAV en cualquier parte del globo. Y no solamente serán aeronaves –helicópteros y aviones- no tripulados, sino tanques, submarinos, barcos y hasta soldados robots, que sin mucho problema con la ética y la moral dentro de un campo de batalla (que ya de por si es prácticamente inexistente) maten a todo aquel que se le atraviese. Todo con un operador que diría cuando termine su misión: “game over”.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola. Algo que se me ocurrio al leer es que entonces quien logre una tecnologia capaz de cortar la comunicacion entre los aviones y el centro operativo tiene la ventaja? Y mas aun si inventan radares que emitan alguna senal o algo para que la informacion no se transmita? Parece algo sacado de una pelicula de ciencia ficcion. Excelente articulo.

Rodolfo Cardona dijo...

Si. La idea es "hackear" la señal del avión y su centro de comando y control. Irán, mostró meses atrás un drone estadounidense al cual le fue interceptada su señal y "obligado" a aterrizar. Gracias por su comentario en Drones: el futuro llegó