lunes, 11 de marzo de 2013

Los rusos aprenden a bailar samba

Mil Mi 35 de la Fuerza Aérea Brasileña (http://www.fab.mil.br/portal/capa/index.php?mostra=5077)

Latinoamérica cambió. Política y militarmente hablando. Está formando un bloque independiente y soberano. Siempre se ha hablado de América Latina como patio trasero de los Estados Unidos. Desde el norte se ponían y quitaban gobiernos. Tenían que ser amigos de Washington, no importa si se convertían en el dictador sanguinario matando al pueblo, pero era our son of a bitch, como dijo alguien por allí. Tenían el visto bueno del Tío Sam y punto. Así mismo, la venta de armamento era casi exclusivamente de los Estados Unidos, con algunas excepciones de países como Francia e Italia, que lograban colarse. Pero nunca los soviéticos (claro a excepción de Cuba, donde la cuestión funcionaba a la inversa), ya que esto se convertía en un acto de traición mayor al mundo occidental. Solo en Perú, los soviéticos lograron entrar durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado, en la década de los 70.
Ahora, con un bloque latinoamericano pluripolar, Rusia entró con fuerza al mercado bélico americano. Perú siguió adquiriendo armas de fabricación rusa, principalmente aviones de caza y ataque. México, e incluso Colombia, se interesaron en helicópteros Mil Mi; y Venezuela se rearmó de arriba abajo con material de Moscú. Y una de las sorpresas: ahora Brasil  comprará made in Russia.
Entre las ventas al país carioca están un lote de 12 helicópteros Mil Mi 35M, de los cuales ya Venezuela dispone de este tipo en la aviación del Ejército. También sistemas de misiles del tipo Tor y portátiles Igla. Brasil no ha descartado adquirir los sistemas de artillería antiaérea Pantsir S1 y producir un vehículo multipropósito denominado Tigre (parecido a los Tiuna venezolanos).
Resulta interesante que en la reciente visita del primer ministro ruso Dmitri Medvedev –en febrero pasado a Brasil-  ambos países acordaron la adquisición de material de guerra, así como el desarrollo conjunto de nuevos artilugios bélicos, con la posibilidad cierta de transferencia tecnológica rusa para que las empresas estratégicas del gigante amazónico puedan realizar su producción. Asimismo, rusos y franceses pugnan por ayudar a los brasileños en la construcción de un submarino de propulsión nuclear. En fin, ya la puerta está abierta.
Otro dato a tomar en cuenta es que los llamados países BRIC -Brasil, Rusia, India y China- quieren formar un bloque más sólido que le haga peso cierto a los Estados Unidos en lo económico, militar, político y estratégico. Esta es una de las claves para comprender el importante entendimiento entre Moscú y Brasilia. Como dirían los cariocas: muito obrigado. Y si quieren la traducción simultánea al ruso: spasiba.

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