lunes, 1 de abril de 2013

Irán y la recuperación de su fuerza aérea (1)


F-14 Persian Cat, recuperado por Irán

Cuando en 1979 cayó el  sha Mohammad Reza Pahlevi y se instauró la revolución en Irán, a través del liderazgo del ayatolá Jomeini, Estados Unidos sintió el piso moverse. Uno de sus aliados en el polvorín del medio oriente caía estrepitosamente. Y con ello, parte de su influencia.
Atrás quedaba toda la venta de material bélico estadounidense de primera línea, para asegurarse una posición importante dentro de sus vecinos, contrarios a la ideología imperialista estadounidense. Muchos apostaron a que todo el poderío iraní quedaría arrumado en un rincón, esperando a que el tiempo y el óxido hicieran su trabajo. Pero para sorpresa de medio mundo, Irán pudo recuperar su arsenal, con tecnología propia. Todo un reto, que se convirtió en éxito.
Estados Unidos presionó y presionó para que Irán se asfixiara ante el embargo de armas, y pudiera retomar su hegemonía perdida, colocándola en una posición militarmente vulnerable, con una fuerza armada nula o inexistente. Como enemigo declarado, Washington no iba a ceder ni un palmo ante una nación que osaba salirse de su esfera de influencia.
Era vital para los persas poner en marcha diversos proyectos de recuperación del material gringo y en otro vértice, iniciar una poderosa industrialización en el sector de armamento, que no permitiera rendijas ante los estadounidenses y sus aliados en la región, como Israel, que acechaban para dar un zarpazo.
Lo interesante en el caso iraní es que logró desarrollar una importante industria bélica, capaz de plantarle cara a los estadounidenses y no dejarse humillar por este, sin tener que terminar comprando grandes cantidades de armamento ruso.
En algunos casos, la tecnología estadounidense fue mejorada y se conservó su estructura original; en otros casos, sirvió como base a versiones mejoradas de armas que inician sus ensayos, producción, y posterior operatividad dentro de la fuerza armada de ese país.
En la próxima entrega, las aeronaves de esta historia.

No hay comentarios: