Nuevos aviones para la aviación de combate venezolana

La propia ministra de la Defensa de Venezuela, almirante Carmen Meléndez, ha informado escuetamente en una nota de prensa del despacho que dirige, la compra de dos sistemas de armas y el estudio para adquirir otro por parte de la Aviación.

La otrora Fuerza Aérea adquirió el avión de entrenamiento avanzado Hongdu L-15 Falcon, de fabricación china. No se mencionó la cantidad, ni la fecha de llegada al país. Esta aeronave cuenta con sistemas modernos de pilotaje en un avión que servirá de transición a los pilotos de combate hacia aeronaves más modernas como los Sukhoi.

El L-15 es muy parecido al Yak 130 (también fabricado por la italiana Aermachi) y al T-50 Golden Eagle que fabrica Corea del Sur. Cuenta con dos motores con poscombustión, pantallas multifunción en las cabinas de instructor y alumno, sistema de vuelo fly by wire (por impulsos eléctricos), y puntos duros para llevar hasta tres toneladas de armas aire-aire y aire-tierra, tanto de práctica como de combate real.

Tiene extensiones alares, llamadas LEX, que mejoran su aerodinámica, y le proporciona sus habilidades de entrenamiento de combate o lead in fighter training, algo así como entrenador avanzado de aviones de combate.

Con este avión, la Aviación militar está llenando sus carencias de entrenamiento para los pilotos. Cuenta con aeronaves de pistón y turbohélice para entrenamiento primario (pronto tendrá que reemplazar los Siai Marchetti y los Tucano); además de aeronaves de entrenamiento avanzado como el K-8 y ahora el L-15.

Uruguay y Paquistán podrían ser los próximos clientes de exportación de esta aeronave.

Más Sukhoi

Venezuela a su vez está estudiando muy seriamente la posibilidad de comprar un nuevo lote de aviones Sukhoi. No está claro cuál modelo y la cantidad de aparatos. Algunos medios digitales refieren que podría ser la versión Su-35 para un solo piloto en vez de la Su-30 biplaza que ya tiene el país.

Se menciona un nuevo lote de 24 aparatos, lo que pondría a Venezuela en un mejor nivel que Chile con sus aviones F-16, de Brasil que adquirió el Grippen y de Colombia que planea comprar un puñado de F-16.

Aviones de transporte

La ministro Meléndez informó que ya llegó al país el primero de los 10 aviones Dornier 228 NG, adquiridos a Suiza.

Son ocho aparatos nuevos Dornier 228 y dos Dornier 228-12. Son aviones de turbohélice que usan pistas relativamente pequeñas para despegar o aterrizar. El contrato incluye también la formación de personal, así como el suministro de piezas de recambio y material de mantenimiento en tierra.

Los Do 228NG serán asignados al Grupo Aéreo de Transporte Nº 9, el cual opera desde la base aérea General en Jefe José Antonio Páez, de Puerto Ayacucho, estado Amazonas.

Fan Wing, un nuevo concepto de aeronave

Existe un modelo de avión que utiliza un nuevo concepto aerodinámico de empuje, el cual le permitiría una mayor eficiencia en el vuelo.

Se trata del fanwing o ala de ventilador o rotor, literalmente. Y el concepto es asi, tal cual como se entiende: un rotor o ventilador montado en toda la extensión alar, proporciona el flujo de aire necesario para elevar la aeronave.

Además, el sistema permite ser bastante maniobrable a bajas velocidades de vuelo, permanecer estable en situaciones de turbulencia, despegar en pistas cortas y avanzar hacia proyectos de aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (VSTOL por sus siglas en inglés).

Ya la empresa, que adoptó el mismo nombre de su concepto y con sede en Inglaterra, diseñó un prototipo a escala que pudo volar sin ningún tipo de problemas. Ahora viene lo más complicado, poder realizar un avión verdadero, o por lo menos un dron decente, que pueda demostrar sus características de vuelo a escala real.

Los problemas de Fan Wing ya comenzaron. Tenían previsto realizar un vuelo de prueba con piloto y todo a finales de 2013, pero se quedaron sin fondos.

No está claro, si continuaran con el desarrollo de la aeronave, o venderán el concepto a uno de los grandes –como Boeing o EADS-. El panorama está nublado para Fan Wing. 

Un Bufalo en Finlandia

La superioridad táctica y tecnológica alemana y japonesa en las primeras acciones de combate de la Segunda Guerra Mundial,  rápidamente sacaron del juego a varios aviones que fueron ampliamente superados por nazis y nipones. Estas aeronaves obsoletas encontraron su nicho en teatros de operaciones menos destacados, principalmente en Asia y el norte de Europa, en Finlandia.

Precisamente en este último país, que luchaba contra los soviéticos, está presente un raro caso de una aeronave que nunca se destacó con los pilotos aliados, ni en Europa ni en el pacífico: el Brewster F2A Buffalo.

Para tener una idea de la mala fama ganada por el rechoncho Buffalo, en la Batalla de Midway, de 28 aviones enviados como respaldo defensivo, 15 fueron derribados por los nipones sin mucho esfuerzo. Los pilotos apodaron a esta aeronave el ataúd volador.

Pero en la fría Finlandia, la historia fue totalmente diferente. Los europeos sacaron provecho de la aeronave estadounidense, convirtiéndola de sapo en príncipe. Según los registros finlandeses, no avalados por soviéticos ni alemanes, el Buffalo derribó 477 aviones soviéticos por la pérdida de sólo 19. Algo impresionante desde todo punto de vista. De hecho, hubo 36 aces de guerra finlandeses volando en el Buffalo.

Domadores de aviones

Eino Ilmari Juutilainen, 34 victorias aéreas en Buffalo

Los pilotos finlandeses rápidamente aprendieron al volar en el Buffalo, que en lo sencillo está el mejor resultado. Así, volaron en formaciones de 4 aviones: dos en vuelo a baja cota, y el otro par en vuelo más arriba. Con esta táctica, se protegían y lograron obtener su impresionante palmarés de combate.

El mayor as de guerra, en Buffalo claro está, fue el capitán Hans H. Wind con 39 victorias aéreas, de las 75 conseguidas. Lo interesante de este piloto, fue que escribió un libro sobre tácticas aéreas, que luego se convertiría en consulta obligada para los futuros caballeros del aire.

En el Segundo lugar está Eino Ilmari Juutilainen, con 34 derribos (de un total de 94). Precisamente, este aviador fue uno de los principales aces de combate, después de sus colegas alemanes. Obtuvo el primer derribo acreditado con la ayuda de un radar terrestre, el cual lo guió hasta un bombardero soviético.

En el tercer puesto, se encuentra Jorma Karhunen con 25 victorias y media. Vale acotar que existieron otros aces en Buffalo, fuera de las fronteras finlandesas. Por ejemplo, Geoff Fisken, piloto australiano con seis derribos acreditados; Richard Douglas Vanderfield, con cinco, así como Alfred Wattle Benjamin Clare and Maurice Henry Holder, con cinco también.

En Finlandia, los Buffalos volaron en dos escuadrones en los que fueron encuadrados los 44 aviones recibidos por los Estados Unidos. El último de estos guerreros aéreos voló en 1948. Su historia quedaría escrita en la fría nación europea.

Los nuevos helicópteros de combate (y 7)

Ya para finalizar las entregas sobre esta serie, traemos a colación el modelo Piasecki X-49A Speed Hawk. Es una modificación helicóptero utilitario UH-60 BlackHawk, al cual se la han añadido dos alas laterales con sus flaps (por cierto de una aeronave comercial ejecutiva), y un motor de cola carenado, que empuja la aeronave.

Desde el año 2007, esta aeronave ha realizado sus vuelos de prueba, bajo la supervisión del Ejército de los Estados Unidos, quienes querían ver la capacidad de acción de un modelo de alta velocidad del UH-60.

Se realizaron más de 80 pruebas en vuelo y se alcanzó una velocidad máxima de un poco más de 320 km/h. Para Piasecki fue un éxito, a pesar de no ser seleccionado para la competencia Future Vertical Lift (Algo así como Elevación Vertical del Futuro)

Ya en su pasado reciente, en los años 60, Piasecki realizó varias pruebas con su familia de helicópteros híbridos de prueba 16H, parecidos totalmente en su configuración al Speed Hawk: alas de sustentación y un motor carenado de cola para empujar la aeronave.

Muy adelantado para su época

Mención especial –a manera de corolario- merece el Lockheed AH-56 Cheyenne. Este modelo ganó en 1966 la competición del Ejército de los Estados Unidos denominada AAFSS (Advanced Aerial Fire Support System o Sistema de Soporte de Fuego Aéreo Avanzado).

Este programa necesitaba una aeronave de escolta, penetración de largo alcance, soporte y operaciones anti-tanque, bajo cualquier condición de vuelo.

Del AH-56, se produjeron los diez primeros aparatos de serie para diversas pruebas dentro del Ejército. Logró una velocidad máxima de 407Km/h, algo excepcional para ese momento (incluso para ahora). Su radio de acción podía superar los 2.000 kilómetros. Otros de sus aspectos técnicos destacados fueron radar de seguimiento del terreno, un radar Doppler, y un sistema automático de control de vuelo. Además se desarrollo un casco que le permitía al artillero apuntar los sistemas de armas solamente con su mirada.

Pero su suerte estaba echada. Problemas con su planta motriz, el ascenso de los costes de producción y  una estúpida disputa con la Fuerza Aérea que no aceptaba que el Ejército dispusiera de una aeronave tan moderna en su arsenal, motivaron la cancelación de las entregas que sumarían los 375 aparatos.

Definitivamente el pionero de los helicópteros híbridos de alta velocidad.